El oro y Suiza

El oro suizo

Cuando se trata de las palabras clave oro y Suiza, poca gente piensa en el comercio internacional de metales preciosos o incluso en minas de oro. Sin embargo, el oro tiene una larga y variada historia en Suiza.

Depósitos de oro natural

Poco se conoce acerca de la existencia de depósitos de oro natural en el país. No obstante, la explotación de estos depósitos tiene de hecho una gran tradición. Para empezar, los celtas helvecios y los romanos buscaron con éxito depósitos de oro en ríos y arroyos del país. Hasta el día de hoy, especialmente en el oeste de Suiza y en los cantones de Lucerna, Argovia y Turgovia, hay sitios populares donde se sigue bateando. En estos lugares, los aficionados a la extracción de oro sacan continuamente pepitas considerables del agua.

La minería de oro en tierra es una tradición digna de mención: hubo pequeñas minas operando en el país ininterrumpidamente desde el siglo XVII hasta la década de 1960. Por ejemplo, siguió habiendo extracciones en la mina de oro de Sessa, en el cantón del Tesino, hasta 1952. Esta mina está ubicada en la región minera del Malcantone, entre el Lago de Lugano y el Lago Mayor, y muy cerca de la menos conocida mina de Astano. La galería “Leonilde”, de 375 metros, es la más importante de la mina de Sessa y se puede visitar desde 2018, tras un exhaustivo trabajo de restauración. Ahora ofrece una perspectiva espectacular del oscuro mundo subterráneo de la minería histórica y también ilustra los ricos depósitos minerales que se encuentran en la región de Monte Sceré. Las minas de oro situadas en torno a la localidad de Gondo, en el cantón del Valais, junto a la frontera italiana, también tienen importancia histórica. Las “Mines d’Or de Gonde” estuvieron en funcionamiento hasta finales del siglo XIX, aunque hoy en día solamente se pueden ver las ruinas. En términos geológicos, la mayor parte del oro suizo se depositó durante la formación de los Alpes.

Sobre todo en el caso del sureste de Suiza, por ejemplo en los Grisones y sus alrededores, donde todavía hay pequeños depósitos hoy en día, que a la vista del nivel de explotación de las reservas de oro mundiales, causan reiteradas especulaciones sobre el resurgimiento de la minería industrial.

El comercio del oro

En realidad, Suiza juega un papel mucho más importante en el comercio de oro internacional que como país productor de oro. A este respecto, el país juega un papel crucial, si no el más importante, a nivel mundial. Lo que puede parecer obvio al principio es el hecho de que el país cuenta en Zúrich con una de las bolsas de valores más importantes de todos los centros financieros del mundo. Aquí se negocia prácticamente de todo, desde valores hasta derivados de productos básicos. Dicho esto, el comercio de oro se lleva a cabo bastante más allá de las fronteras de Zúrich gracias a las opciones de compraventa digital que ofrecen las operaciones asistidas por ordenador. En última instancia, estas consisten a menudo en simples apuestas sobre el aumento del precio internacional del oro. En un sentido muy real, el metal precioso se transporta desde o hacia el país, donde se refina y, en su mayor parte, se reexporta a otro lugar. Es más, esto sucede a gran escala: Suiza es el mayor importador de oro del mundo, por delante de China, el Reino Unido y Hong Kong.

El negocio de la refinación de oro se efectúa de la siguiente manera: las empresas suizas refinan el oro suministrado en nombre de sus clientes hasta lograr el nivel de pureza deseado, o bien compran el metal precioso, lo refinan y después lo venden por su cuenta. Además, esto se lleva a cabo con gran éxito: cuatro de las seis refinerías más grandes del mundo están radicadas en Suiza. En total, más de dos tercios de la producción mundial de oro se procesa de este modo.

Por lo general, el resultado de estos procesos de refinado es el lingote de oro, aunque también las monedas de oro, las medallas y los denominados productos semiacabados, es decir, los precursores, que están destinados principalmente para su uso en las industrias de la joyería y la relojería. Más del 80 por ciento de la producción de las refinerías de oro suizas se reexporta después del proceso de refinado. De por sí, la industria del oro es uno de los principales pilares del comercio exterior federal suizo. Con exportaciones por valor de más de 68 billones de francos, los metales preciosos fueron el segundo producto de exportación más importante de la Confederación Suiza en 2018. En efecto, alrededor del 95 por ciento de esta cifra es atribuible a las exportaciones de oro únicamente.

Las razones de la posición única de la refinación de oro son variadas. Por un lado, Suiza ofrece un marco excelente para el intercambio de un activo tan valioso y sensible. Las condiciones de seguridad y de logística para el tránsito de este deseado metal son únicas a nivel mundial. Por supuesto, el tradicional y estable sistema suizo también contribuye al manejo tranquilo del comercio de oro.

Por otro lado, las refinerías suizas pueden puntuar bien en comparación con otras instalaciones gracias a su superioridad técnica. Por lo tanto, están en disposición de lograr casi cualquier grado de pureza deseado durante el proceso de refinado, hasta un 99,99 por ciento. Esta perfección técnica se debe en gran medida a la larga historia de las empresas implicadas como proveedoras de la industria relojera suiza, así como del sector de la joyería italiano. Sin embargo, este último, en particular, ha perdido importancia de manera significativa para la industria del oro suiza: ahora los socios comerciales internacionales más importantes están situados en Asia, siendo los principales países exportadores India y China.

Comprar oro en Suiza

Como sucede en la mayoría de los países del mundo occidental, las compras de oro – especialmente las dedicadas a inversión – se realizan principalmente a través de bancos o de distribuidores de oro independientes, de propiedad privada, en Suiza. Los días en que una elevada proporción del metal precioso se vendía sobre el mostrador de los distribuidores de joyería y relojería hace tiempo que pasaron.

La elección de qué distribuidor seleccionar depende de las expectativas del comprador de oro. Para los inversores privados que valoran la fiabilidad, la transparencia y los precios competitivos, Echtgeld SA es el lugar recomendado al que acudir. Fundada en 2010, la empresa, que tiene sedes en Giswil y Berna, está especializada en el comercio de oro y plata en forma de lingotes y monedas. La afiliación a la organización autorreguladora PolyReg, que está controlada por la reguladora FINMA, garantiza a los inversores minoristas la transparencia y la seriedad de la empresa.

El proceso es sencillo: los clientes pueden realizar online las compras a partir de 5000 francos a través de la página web de la empresa o, alternativamente, mediante una llamada de teléfono o un correo electrónico. El oro adquirido se envía a la dirección deseada tras efectuar el pago. Los inversores que prefieran el contacto personal también pueden tramitar sus compras de oro personalmente en la oficina que la empresa tiene en Berna.

El almacenaje del oro

En consonancia con la importancia de Suiza en cuanto al comercio de oro físico, dentro de sus fronteras se almacenan grandes cantidades de este metal precioso. Las existencias de metal precioso de las refinerías del país representan una gran parte de la cantidad total, pero, por supuesto, también hay depósitos de oro nada despreciables que están en manos privadas. Especialmente en vista de la crisis financiera mundial, cada vez más inversores privados invierten en este metal a prueba de crisis.

A menudo, estas existencias de oro no son precisamente insignificantes en términos de valor. Lo cual quiere decir que el propietario del oro en cuestión se enfrenta al reto de encontrar un almacenaje seguro para su ‘moneda de crisis’. A este respecto, Swiss Gold Safe SA ofrece las soluciones ideales. La empresa almacena las existencias de oro de inversores privados e institucionales en instalaciones de alta seguridad que son independientes de los bancos y a las cuales se puede acceder siempre. Se puede elegir entre dos opciones. En primer lugar, los inversores privados pueden alquilar discretas taquillas de distintos tamaños para el almacenaje de sus depósitos de oro en el área de San Gotardo o en Schaan (Liechtenstein) . Hay un seguro adicional disponible bajo demanda. Se puede acceder 24 horas al día gracias al servicio ofrecido. Además, Swiss Gold Safe AG proporciona almacenaje segregado para objetos de valor. Todos los metales preciosos entregados en las instalaciones – además del oro, por supuesto, otros artículos, como las barras de platino o las monedas de plata están incluidos en el servicio – se almacenan de forma segura y, sobre todo, están protegidos por las cámaras acorazadas de la empresa. Cuando termina el periodo de almacenaje, a diferencia del sistema de custodia habitual, los inversores reciben los objetos de valor almacenados exactamente como estaban antes.